jueves, 12 de febrero de 2015

Depresión y Ansiedad

La depresión y la ansiedad

 Terapia Ocupacional en Depresión y Ansiedad

En ocasiones, la persona se siente tan terriblemente agobiada que le resulta imposible afrontar por sí misma el hecho de funcionar con normalidad o recuperar sus habilidades para seguir con su vida diaria, ya sea en el trabajo y en su hogar, por lo que necesitará la ayuda externa de un profesional especializado.


¿Cómo puede ayudar un terapeuta ocupacional?

Los terapeutas ocupacionales son expertos en auxiliar a las personas, tanto niños como en adultos, a afrontar el trastorno del estrés, la depresión y otros problemas emocionales. Están pues suficientemente entrenados para ayudar al afectado a encontrar el camino adecuado y solucionar los problemas derivados de la enfermedad.

Lo que puede hacer un terapeuta ocupacional es evaluar las capacidades del individuo y sacar el mayor provecho de ellas, identificar objetivos, establecer rutinas de cuidado personal, de control financiero, establecer objetivos a corto y largo plazo y facilitar la comunicación con su entorno.
Puede también identificar actividades significativas y objetivos de la persona y modificar las tareas en el trabajo y en casa para conseguir completarlas con éxito.








Depresión estacional

Aunque se espera que las fiestas han de ser un tiempo de diversión y de disfrutar en familia , en ocasiones, el vacío que existe entre las esperanzas que se han puesto en éstas y la realidad en ciertas personas pueden ser verdaderamente frustrante y penoso a la vez.
El tiempo suele ser un regalo del que nos vamos viendo privados cada vez más y es preciso asegurarnos el disfrute que las fiestas nos pueden proporcionar. Para ello, será preciso evaluar cómo pasarlo y crearnos unas expectativas reales.

¿Qué podemos hacer para lograrlo?

Confeccione una lista con pros y contras: En un lado, aquellas actividades y tradiciones más importantes y que le aseguren más bienestar. Por ejemplo: dar regalos, asistir a comidas, enviar tarjetas navideñas, decorar el hogar u otros locales en los que se encuentre vinculado, asistir a actos religiosos, etc.
En el otro, aquellas actividades que le ocasionen estrés o no disfrute llevándolas a cabo.
Cree actividades propias. Si recientemente ha perdido a alguna persona muy vinculada a usted es normal que acuse el estrés que un evento tan penoso ocasiona, pero es conveniente que reemplace las actividades anteriores con nuevas que mitiguen el dolor del recuerdo.
Haga una lista de los gastos: Las fiestas invitan a gastar más dinero del que se puede afrontar. Calcule un presupuesto en el que incluya gastos extra en alimentación, regalos y situaciones imprevistas. Busque alternativas que le ayuden a mantener el espíritu navideño sin alterar sus cuentas.
Comparta el trabajo: Pida a los miembros de su familia o amigos que colaboren en la tarea de preparar reuniones o los alimentos, así como comprar regalos, etc.
Reconozca los signos del estrés: Si empieza a sentirse frustrado, deje lo que está haciendo y haga unas cuantas respiraciones profundas. Ya volverá luego a la tarea. Coma sano (no abuse del azúcar, comidas copiosas o alcohol), haga ejercicio y duerma adecuadamente.
Practique la paciencia: Tenga en cuenta que las fiestas no tienen porqué cambiar la actitud de aquellos familiares o amigos que acostumbran a manifestarse críticos durante el resto del año. Asuma estos comportamientos y planee su respuesta para conservar la calma y la alegría durante las fiestas.

(Los terapeutas ocupacionales son expertos en ayudar a las personas a afrontar el estrés, la depresión y otros trastornos emocionales, a la vez de ofrecer técnicas que aportan bienestar y previenen enfermedades).







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