jueves, 26 de febrero de 2015

Fibromialgia

Fibromialgia

Terapia Ocupacional en Fibromialgia

El síndrome de fibromialgia es un desequilibrio bioquímico del cerebro que produce daños o deterioración en el cuerpo. Todas las personas con fibromialgia pueden mejorar y ver sus síntomas reducidos en lo posible. Un sueño reparador, buena nutrición, ejercicio y control del estrés, por ejemplo, pueden ayudar en gran medida.

Se trata de un trastorno que causa dolor, sensibilidad y rigidez en los músculos. Casi todas las personas con el problema experimentan alguna forma de trastorno del sueño y una amplia gama de inconvenientes que se conocen como “síntomas asociados” que incluyen fatiga, sensibilidad al dolor, problemas de memoria, aumento de la ansiedad, depresión, irritabilidad y sensibilidad nerviosa, alergias, así como problemas estomacales e intestinales, en la regulación de la temperatura corporal, de la frecuencia urinaria, de visión y erupciones en la piel, entre otras.


Los criterios básicos oficiales de diagnóstico en la actualidad son: dolor generalizado o sensibilidad en los músculos del tronco y las extremidades presentes al menos durante 3 meses y respuesta excesiva en las áreas del cuerpo especialmente sensibles a la presión.



¿Qué debe hacer el paciente con fibromialgia?


Debe enfatizarse la necesidad de hacer ejercicio. Un programa efectivo incluye un esquema diario de estiramientos para los músculos tensos (tres veces por semana) que aumente el ritmo cardíaco y el flujo de oxígeno, aumento de las endorfinas (opiáceos naturales del cuerpo que reducen el dolor), producción extra de serotonina en el cerebro (que puede reducir la depresión y la ansiedad), energizar el cuerpo y calmar la mente para ayudar a controlar el estrés.





Ejercicio

Caminar, nadar, ejercicios en el agua y clases de aerobic sin impacto y de estiramientos pueden ser beneficiosos cuando se practican con moderación. Es importante no exagerar cuando se inicia un programa de ejercicios con el fin de prevenir los posibles brotes de síntomas.




Alimentación

Las dietas bajas en grasas, azúcares y productos químicos y altas en carbohidratos complejos como vegetales, semillas y frutas ayudan a mejorar la energía, humor y la motivación de la persona. Un desayuno alto en proteínas también puede ayudar mientras que los alimentos ricos en proteínas y bajos en grasas también en las comidas pueden estimular la alerta mental. Las vitaminas y los minerales son muy beneficiosos, por lo que es necesario añadirlos a la dieta.

Debe tenerse en cuenta que los alimentos ácidos como los tomates o los frutos cítricos propician la alerta durante el día interfiriendo con el descanso. Ingerir alimentos crudos o picantes antes de acostarse puede interferir con el sueño, así como hacer dieta o ir a la cama con hambre.


¿Cómo aprender a controlar el estrés?


El control del estrés puede llegar a eliminar los dolores de cabeza, insomnio, músculos agarrotados, alta presión en sangre, ansiedad y la depresión.
El aprendizaje del control del estrés incluye identificar las circunstancias estresantes en la vida cotidiana, el efecto del estrés en el cuerpo y en la salud, las fuentes de estrés que producen síntomas físicos, técnicas de control del enfado y facilidad para comunicarse.


Los ejercicios de relajación son un buen aliado para dormir o intentar hacerlos al despertarse durante la noche.



¿Cómo puede ayudar un terapeuta ocupacional?
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Los terapeutas ocupacionales están entrenados en facilitar la rehabilitación tanto física como emocional de estos pacientes y orientarles en una amplia gama de servicios a tal fin, así como facilitar la consecución de todas aquellas rutinas beneficiosas tendentes a combatir los síntomas de la fibromialgia, como: ejercicio, alimentación, sueño, control del estrés, etc.
Un terapeuta ocupacional puede evaluar si la rutina diaria está dificultando la curación o disminución de síntomas, enseñar a controlar el estrés, mejorar la asertividad, la clarificación de valores, el control del tiempo y la planificación de habilidades para reducir el estrés y la ansiedad. Si las tareas o actividades en el hogar inciden de forma negativa en un dolor de cuello, espalda o el brazo, un terapeuta ocupacional puede hacer recomendaciones específicas para reducir la tensión en cada una de las zonas del cuerpo.

Su intervención facilita el aprendizaje del afectado para ganar control sobre el dolor reduciendo los factores que magnifican y agravan el mismo, ayudando a reducir la ansiedad y el miedo a un posible episodio que la incremente incluyendo formas de respuestas a los síntomas, fijar objetivos y centrarse en los progresos en lugar de en los problemas y aceptación de las pérdidas relativas a la situación planteándose una vida productiva y satisfactoria incluso en el caso de no poder eliminar el dolor por completo.


jueves, 12 de febrero de 2015

Depresión y Ansiedad

La depresión y la ansiedad

 Terapia Ocupacional en Depresión y Ansiedad

En ocasiones, la persona se siente tan terriblemente agobiada que le resulta imposible afrontar por sí misma el hecho de funcionar con normalidad o recuperar sus habilidades para seguir con su vida diaria, ya sea en el trabajo y en su hogar, por lo que necesitará la ayuda externa de un profesional especializado.


¿Cómo puede ayudar un terapeuta ocupacional?

Los terapeutas ocupacionales son expertos en auxiliar a las personas, tanto niños como en adultos, a afrontar el trastorno del estrés, la depresión y otros problemas emocionales. Están pues suficientemente entrenados para ayudar al afectado a encontrar el camino adecuado y solucionar los problemas derivados de la enfermedad.

Lo que puede hacer un terapeuta ocupacional es evaluar las capacidades del individuo y sacar el mayor provecho de ellas, identificar objetivos, establecer rutinas de cuidado personal, de control financiero, establecer objetivos a corto y largo plazo y facilitar la comunicación con su entorno.
Puede también identificar actividades significativas y objetivos de la persona y modificar las tareas en el trabajo y en casa para conseguir completarlas con éxito.








Depresión estacional

Aunque se espera que las fiestas han de ser un tiempo de diversión y de disfrutar en familia , en ocasiones, el vacío que existe entre las esperanzas que se han puesto en éstas y la realidad en ciertas personas pueden ser verdaderamente frustrante y penoso a la vez.
El tiempo suele ser un regalo del que nos vamos viendo privados cada vez más y es preciso asegurarnos el disfrute que las fiestas nos pueden proporcionar. Para ello, será preciso evaluar cómo pasarlo y crearnos unas expectativas reales.

¿Qué podemos hacer para lograrlo?

Confeccione una lista con pros y contras: En un lado, aquellas actividades y tradiciones más importantes y que le aseguren más bienestar. Por ejemplo: dar regalos, asistir a comidas, enviar tarjetas navideñas, decorar el hogar u otros locales en los que se encuentre vinculado, asistir a actos religiosos, etc.
En el otro, aquellas actividades que le ocasionen estrés o no disfrute llevándolas a cabo.
Cree actividades propias. Si recientemente ha perdido a alguna persona muy vinculada a usted es normal que acuse el estrés que un evento tan penoso ocasiona, pero es conveniente que reemplace las actividades anteriores con nuevas que mitiguen el dolor del recuerdo.
Haga una lista de los gastos: Las fiestas invitan a gastar más dinero del que se puede afrontar. Calcule un presupuesto en el que incluya gastos extra en alimentación, regalos y situaciones imprevistas. Busque alternativas que le ayuden a mantener el espíritu navideño sin alterar sus cuentas.
Comparta el trabajo: Pida a los miembros de su familia o amigos que colaboren en la tarea de preparar reuniones o los alimentos, así como comprar regalos, etc.
Reconozca los signos del estrés: Si empieza a sentirse frustrado, deje lo que está haciendo y haga unas cuantas respiraciones profundas. Ya volverá luego a la tarea. Coma sano (no abuse del azúcar, comidas copiosas o alcohol), haga ejercicio y duerma adecuadamente.
Practique la paciencia: Tenga en cuenta que las fiestas no tienen porqué cambiar la actitud de aquellos familiares o amigos que acostumbran a manifestarse críticos durante el resto del año. Asuma estos comportamientos y planee su respuesta para conservar la calma y la alegría durante las fiestas.

(Los terapeutas ocupacionales son expertos en ayudar a las personas a afrontar el estrés, la depresión y otros trastornos emocionales, a la vez de ofrecer técnicas que aportan bienestar y previenen enfermedades).







Trastorno de estrés postraumático

Trastorno de estrés postraumático

Terapia Ocupacional en Trastornos del estado de ánimo

Se trata de un tipo de trastorno de ansiedad que se desarrolla después de haber presenciado un acontecimiento traumático que genera miedo, en el que se teme por la propia vida o la de los demás.
Estos eventos pueden incluir desde rechazo infantil, emocional, físico o abuso sexual, procedimientos hospitalarios, servicio militar o exposición al combate, ataques terroristas, sexuales, emocionales hasta asalto físico en la edad adulta; violencia en el trabajo, accidentes graves o desastres naturales.
Si el inicio de los síntomas es durante el primer mes después de la experiencia, las personas cumplen con los criterios para el trastorno de estrés agudo. Si éstos aparecen después de 4 semanas, o persisten más allá de dicho periodo de tiempo, estaremos hablando de trastorno de estrés postraumático.
Los síntomas comunes pueden ir desde recuerdos recurrentes e hipersensibilidad emocional hasta hipervigilancia. A menudo se deterioran los procesos sensoriales, el conocimiento y habilidades de regulación emocional, repercutiendo negativamente en la capacidad para crear y mantener relaciones personales satisfactorias, cuidado personal, del hogar, educación y los roles de trabajo y sociales, así como en las actividades más lúdicas que antes solían ser satisfactorias para la persona.
Los afectados son también más propensos a involucrarse en conductas autodestructivas, y otros trastornos de salud física y mental. Cuando el trauma se produce en la infancia, el desarrollo en general puede verse afectado.



¿Qué puede hacer un terapeuta ocupacional?

Los profesionales de terapia ocupacional están ampliamente capacitados para ayudar a las personas con trastorno de estrés postraumático en vistas a propiciar funciones significativas que incidan en un correcto proceso de recuperación.
Los terapeutas ocupacionales realizan primero una evaluación exhaustiva para identificar los puntos fuertes y débiles en el desarrollo de la persona y sus causas. De esa forma puede, junto con el afectado, crear y desarrollar proyectos tendentes a abordar déficits y fomentar habilidades.
Su intervención se centra en las potencialidades significativas de cada persona y de sus cuidadores: por ejemplo, instruir sobre cómo estabilizar síntomas, enseñar nuevas estrategias adaptativas a fin de no provocar involuntariamente patrones de hipersensibilidad ni propiciar escenas no deseadas, además de aconsejar la integración en grupos que faciliten su restablecimiento.


¿Dónde se pueden buscar los servicios de un terapeuta ocupacional?

Las personas afectadas con este trastorno pueden recibir servicios de una gran variedad de lugares que incluyen hospitales, centros de rehabilitación a corto y largo plazo, hospitales, programas comunitarios y hospitalarios, clínicas de día, cuidados domiciliarios, etc.
Estos servicios pueden ofrecerse personalizados, en grupos o mediante la colaboración con otros profesionales (psiquiatras, neuropsiquiatras, psicólogos, servicios de enfermería, profesores y otros terapeutas).

Además de ofrecer consultoría para organizaciones y colaborar con cuidadores de personas afectadas para proporcionarles información y recursos adicionales.